El mundo cambio y nuestra misión es permitir que nuestros niños, niñas y adolescentes se inserten en el mundo del mañana y que sean capaces de desplegar al máximo sus potencialidades de desarrollo personal para ser ciudadanos activos de la sociedad del siglo XXI.

En este contexto nos interesó el proyecto zero de Harvard que nace en el año 1967 en la escuela
de graduados de la facultad de educación de la Universidad de Harvard.

El mundo cambió y nuestra misión es permitir que nuestros niños, niñas y adolescentes se inserten en el mundo del mañana y que sean capaces de desplegar al máximo sus potencialidades de desarrollo personal para ser ciudadanos activos de la sociedad del siglo XXI. En este contexto nos interesó el proyecto zero de Harvard que nace en el año 1967 en la escuela de graduados de la facultad de educación de la Universidad de Harvard.

Sus ejes principales son pensamiento y aprendizaje, enseñanza para la comprensión, pensamiento visible, competencias globales, vida digital y aprendizaje, creatividad e innovación. Es el aprendizaje centrado en el Hacer: Observar de cerca y explorar la complejidad.

Este programa otorga beneficios reales en el hacer cosas, hacer comunidad, confianza, identidad y el logro de competencias tan importantes como mirar con atención, encontrar oportunidades, explorar la complejidad.

• De la instrucción a la construcción: Aprender no significa ni simplemente reemplazar un punto de vista (el incorrecto) por otro (el correcto), ni simplemente acumular nuevo conocimiento sobre el viejo, sino más bien transformar el conocimiento. Esta transformación, a su vez, ocurre a través del pensamiento activo y original del aprendiz. Así pues, la educación constructivista implica la experimentación y la resolución de problemas y considera que los errores no son antitéticos del aprendizaje sino más bien la base del mismo.
• Del refuerzo al interés: Los estudiantes comprenden mejor cuando están envueltos en tareas y temas que cautivan su atención. Por lo tanto, desde una perspectiva constructivista, los profesores investigan lo que interesa a sus estudiantes, elaboran un currículo para apoyar y expandir esos intereses, e implican al estudiante en el proyecto de aprendizaje.
• Aprendizajes que tengan utilidad en la vida del futuro y que sirvan como conexiones de ampliación para favorecer comprensiones de alto alcance en la vida real de los alumnos.

Comprensión y no memorización como enseñar para la comprensión—en otras palabras, ayudar a los estudiantes a que aprendan a utilizar el conocimiento para resolver problemas inesperados, en cambio de simplemente recitar hechos pasados.

– Diseñar estrategia para crear una cultura de pensamiento en cada sala de clases que anime a los estudiantes a pensar crítica y creativamente;

– Convertir la evaluación continua en una parte integral del currículo, para que ella refuerce la institución y guíe a los estudiantes en un proceso de reflexión sobre un trabajo; Desarrollar e implementar criterios de evaluación y procedimientos al interior de nuestro colegio que puedan documentar todos los tipos de habilidades de los estudiantes.

– El aprendizaje debe incluir una comprensión profunda, que involucre el uso flexible, y activo del conocimiento.